Quién repetiría mis ofrendas
la de letras de lobos y aullidos
en este pueblo miserable
de ovejas sin rebaño.
Ahueca las orejas
deja de comerte las uñas
y si te atreves
mírate los ojos en tu mirada.
Dos latas bailan
simulando ser fantasmas
aquí pasa de todo
hasta platos por el cielo.
No cambiaré tu historia
a los espejitos dorados
los tendrás que comer
Faquir del subdesarrollo
cómelos, cómelos.
RASH
ASADO VOTADOR
Suda, suda pión
de la cabeza a los pies
doblando el lomo
como bestia de carga.
Mortadela y pan
para comer
vino caliente
para beber.
Blanquea paredes ajenas
la pintura esta fresca
y tu casa de cartón
está más fresca aún.
El llanto de los niños
rompe todo lo que toca
llamaradas en tus venas
brazas en tu corazón.
Pasearas en una camión
como vacas cansadas
y cuando tengas que votar
un asado lo hará por vos.
RASH
CANTOR DE LOS POBRES, POBRES
El cantaba gratis,
sólo con su guitarra
respirando versos azules
esperando un trago de amigos
entre canción y canción
desgranaba poemas
que algunos bailaban.
Cantor de los pobres, pobres
de los que caminan cansados
buscando serenatas de sueños
escondidas en vasos de vidrio.
No le teme a la rima,
los poemas lo persiguen
cantor de soles amarillos
atardeciendo en coplas
como lamiendo caminos
hermano de risas y penas
cantor de los pobres, pobres.
R.A.S.H.
FRAUDADOR
Sus caras de corbatas
sus sacos afeitados
y sus ojos empañados
de negros vidrios
no me engañan
En las paredes están
todavía sus mentiras
cuajadas de vergüenza,
la gente no las lee
se entregan nada más.
RASH
ULTIMO RELINCHO
Relincho en el monte
los animales se espantan
buscan salvar su sangre
apostando todo a sus músculos.
El hombre; fusil plomo
tiene sus manos rojas,
jadea y suda en su deleite
el fuego esta en sus ojos.
¿Cuantos cuerpos guardarán
como testimonio de la pólvora?
el olor y el humo son
remolino del presagio.
Juego de trueque salvaje,
piel para la piel
papel de cazador.
Relincho en el monte
busca el plomo la piel
¿cuantos cuerpos quedaran?
R.A.S.H.
MIS ABUELAS TEJEDORAS
Mis abuelas tejían,
cada una a su modo
como jugando.
En silencio, con sus manos
nos contaban
largas historias.
Como llegado eterno
siguen las tejedoras
hilando sueño con sueño.
Entre telares y agujas
nos pasaron sus secretos,
color de retama y tiempo.
El uso y la madeja
bailan y bailan dibujando
letras y círculos en el cielo.
Mis abuelas tejían,
cada una a su modo
como jugando.
Todavía siento aquellas historias,
cuando toca los tejidos
que mis abuelos dejaron.
O cuando veo a las tejedoras,
hilando sueño con sueño
color de retama y tiempo.
R.A.S.H.